lunes, 20 de febrero de 2012

Memoria, de Stephen King.

‎"—Yo no te habría dejado a ti, esa es la cuestión. No te habría dejado. Habría aguantado la mierda y la sangre y las meadas y la cerveza derramada. 
—Es diferente— dijo ella. No hacía ningún esfuerzo por enjugarse las lágrimas—. Es diferente y lo sabes. Yo no podría partirte en dos si me diera un ataque de furia."

Fragmento de Memoria, de Stephen King.

Dios sí juega a los dados, por Óscar de la Borbolla.

"Soñó con ella, y soñó tanto, que ambos se despertaron a media noche, cada uno en su casa, por completo excitados y deseando que sonara el teléfono...". 

Fragmento de Dios sí juega a los dados, por Óscar de la Borbolla.

Y2K, por Mario Bojórquez.

"Ahora estarás tirada bocabajo en la cama leyendo una novela española mientras tus pantorrillas se elevan sobre el dibujo de las sábanas, hay algo en tu cintura que se enciende con el roce del elástico y piensas, todos pensamos en un momento del día en aquel fuego que nos quemó y ansiamos volver ahí, al borde de ese incendio; pierdes la línea y lees sin leer y luego te cuesta trabajo regresar a la escena que el español fraguó en horas de delirio, te obligas a volver y lees con cuidado lo que ya no entiendes y te volteas bocarriba y ves las fotos de tu librero y te quedas colgada de aquellos tus sueños tan queridos. Qué cerca has estado de ellos y qué lejos, qué opresiva atmósfera se ha vuelto el ancho mundo, qué ganas de patear un país, una religión, un idioma y que todo vuelva a respirarse a ritmo de pulmón, pero nada de eso te preocupa ahora, te preocupa el futuro, el detonador del mañana, la almendra más allá de la cáscara, la pepita brillante y llena de aceite, te dices qué calor y sabes que el aire frío golpea las paredes. Qué ganas a veces de extender la mano y que el placer rodee tu cintura, puedo ser yo u otro, nadie, el que en su abrazo envuelva tu cuerpo aligerado ya de la carga del mundo y te lleve más allá de las costas, mar adentro donde sólo exista el sonido de la sangre que corre en su rumor de bestia florecida. Vuelves al cuarto de donde no has salido, para decirte que es mejor así, que nada importa, que nunca habrá ni un cómo, un dónde para la perfecta, la redonda, la exacta felicidad."

De Y2K, Mario Bojórquez.

domingo, 5 de febrero de 2012

Incipit de Hasta no verte, Jesús mío; de Poniatowska.

‎"Algún día que venga ya no me va a encontrar; se topará nomás con el puro viento. Llegará ese día y, cuando llegue, no habrá quien le dé una razón. Y pensará que todo ha sido mentira. Es verdad, estamos aquí de a mentiras; lo que cuentan en el radio son mentiras, mentiras las que dicen los vecinos y mentira que me va a sentir. Si ya no le sirvo para nada, ¿qué carajos va a extrañar? Y en el taller tampoco. ¿Quién quiere usted que me extrañe si ni adioses voy a mandar?"


Incipit de Hasta no verte, Jesús mío; de Poniatowska.

La Marelle, Julio Cortázar.

‎"[...] et que rien n'est perdu si l'on a enfin le courage de proclamer que tout est perdu et qu'il faut repartir à zéro [...]
Quant au reste, il faut être un imbécile, il faut être un poète, il faut être un cinglé pour perdre plus de cinq minutes à des nostalgies auxquelles on peut parfaitement mettre un terme à bref délai." 

La Marelle, Cortázar.

Aunque seamos malditas, de Eugenia Rico.

‎"Los ojos cerrados. Su mano en mi boca. Los ojos cerrados. Su boca en mi mano. Su labio en mi labio. Su mano en mi mano. Los ojos cerrados. Su sexo en mi boca, su boca en mi mano, su sexo en mi sexo, los labios cerrados, su grito en mi grito, su labio en mi labio, su mano en mis ojos, los ojos cerrados. 
Y huele a otro mundo, distinto y salado.
Su mano en mi boca, mi boca en su mano. Mi labio en sus ojos, su mano en mis manos, su sexo muy dentro, los ojos cerrados. Puedo ver el mundo desde donde estamos. Hay algo de plomo que estalla en mis labios. Su sangre en mi boca, su sangre en mi mano, su esencia en mi cántaro, su lluvia en mis labios, y todo despacio, los ojos cerrados. Soy dueña del mundo, y todo ha cambiado. Su grito en mi grito que sabe a mis labios. Una y otra vez. Los ojos cerrados."

Fragmento de Aunque seamos malditas, Eugenia Rico.

El Gran Gatsby, de F. Scott Fitzgerald.

‎"Gatsby creía en la luz verde, el orgiástico futuro que, año tras año, aparece entre nosotros... Nos esquiva, pero no importa; mañana correremos más de prisa, abriremos los brazos, y... un buen día...
Y así vamos adelante, botes que reman contra la corriente, incesantemente arrastrados hacia el pasado."

Fragmento de El Gran Gatsby, de F. Scott Fitzgerald.

Bel-Ami, por Guy de Maupassant.

‎"(...) n'était-ce pas révoltant qu'un étranger, un inconnu, vînt ainsi troubler votre vie, tout d'un coup, sans raison, par pur caprice(...)? (...) Quelle brute !"

Bel-Ami, Maupassant.

Hasta no verte, Jesús mío; de Elena Poniatowska.

‎"Y desde entonces todo fueron [...] amigas y amigos que no servían para nada, y perros que me dejaban sola por andar siguiendo a sus perras. Y hombres peores que perros del mal y policías y pelados abusivos. Y yo siempre sola [...]. Y aquí estoy ya nomás esperando a que den las cinco de la mañana porque ni siquiera duermo y nomás se me revela todo lo que pasé desde chiquilla, cuando anduve de guacha y sin guarache, haciéndole a la revolución como jugando a la gallina ciega, recibiendo puros trancazos, cada vez más desmadejada en esta chingadera de vida."

Fragmento de Hasta no verte, Jesús mío; de Elena Poniatowska.