"Porque quien tiene la conciencia concentrada en la añoranza y en la repetición del momento, con la esperanza sin fin de cambiar un momento dado u otro, se convierte en un esclavo del otro. Nos e puede saber; quizás el otro se contenta con el conocimiento que provoca nostalgia y no precisa en absoluto de otra vez ni de nadie más. No se puede llegar al punto de esperar que alguien telefonee. [...] Porque al final del camino, o en algún punto intermedio, si accede, si llama, se ve a sí misma tapándose la cara con las manos. Hay cosas que es mejor dejar enterradas, imaginaciones que es mejor dejar morir."
Fragmento de No lo imaginaba así, por Batya Gur.