miércoles, 8 de agosto de 2012

Charles Warnke.


"Tú, la chica que lee, me hace querer ser todo lo que no soy. Pero soy débil y te fallaré porque tú has soñado, como corresponde, con alguien mejor que yo y no aceptarás la vida que te describí al comienzo de este escrito. No te resignarás a vivir sin pasión, sin perfección, a llevar una vida que no sea digna de ser narrada. Por eso, largo de aquí, chica que lee; coge el siguiente tren que te lleve al sur y llévate a tu Hemingway contigo. Te odio, de verdad te odio." 

Charles Warnke.

La eternidad del instante, por Zoé Valdés.


‎"Sus pies despegaron del suelo, atravesó relámpagos, ráfagas de lluvia, truenos, hasta hallarse en un espacio tan mullido e impoluto como la espuma del merengue que se levanta al batir la clara del huevo. Sus pies acababan de aterrizar en la luna: la poción mágica había surtido un efecto de inmortalidad en ella. Sin embargo, nunca más pudo descender del astro a reunirse con su amante (...)."

Fragmento de La eternidad del instante, por Zoé Valdés.

Árbol rojo sobre la colina, por Antonio Marts, en el cuento "Verano".


‎"Quería escribir. Escapar de la rutina (...). Después, en casa, enfrentar la página en blanco, la pantalla en blanco. No había actualizado su blog por más de un mes, y cada que revisaba su correo electrónico lo encontraba atiborrado de mensajes preguntando por ella, por sus escritos. No respondía. Ya no tenía nada que decir. 

(...) Al principio del verano parecía que ese vuelo había perdido las alas y caía irremediablemente."

Fragmento de Árbol rojo sobre la colina, por Antonio Marts, en el cuento "Verano".

Nineteen Minutes, por Jodi Picoult.


‎"By the time you read this, I hope to be dead.
You can't undo something that's happened; you can't take back a word that's already been said out loud. You'll think about me and wish that you had been able to talk to me out of this. You'll try to figure out what would have been the one right thing to say, to do. I guess I should tell you: 'Don't blame yourself; this isn't your fault', but that would be a lie. We both know that I didn't get here by myself.
You'll cry, at my funeral. You'll say it didn't have to be this way. You will act like everyone expects you too. But will you miss me?
More importantly- will I miss you?

Does either one of us really wants to hear that answer to that question?"

Incipit de Nineteen Minutes, por Jodi Picoult.

Rocío Boliver.


‎"En esta sociedad pasteuriza, prefiero provocar repugnancia, odio, rechazo, hartazgo, angustia, hostilidad, miedo; que seguir fomentando la asepsia mental."

Rocío Boliver.

Bella del Señor, por Albert Cohen.


‎"Desterrada voluntaria como yo, y no sabía que yo la observaba tras las cortinas. Entonces, escuche, se acercó al espejo del saloncillo, porque tiene la manía de los espejos como yo, manía de tristes y solitarios, y entonces, sola y segura de que no la veía nadie, se acercó al espejo y besó sus labios en él. Nuestro primer beso, amor mío.
[...] Un parpadeo, lo que dura un beso en el espejo, y era ella, ella para siempre. Llámeme loco, pero créame. Fue así, y cuando regresó al gran salón, no me acerqué a ella, no quise tratarla como a las demás."

Fragmento de Bella del Señor, por Albert Cohen.

Relatos Mágicos del Perú, compilado por Javier Zapata Innocenzi.


‎"A todos los fantasmas, duendes y demás fuerzas desconocidas que tuvieron la gentileza de manifestarse dentro del territorio nacional."

Dedicatoria en el libro Relatos Mágicos del Perú, compilado por Javier Zapata Innocenzi.

Verónica Pinciotti.


‎"Crecí en una familia acomodada donde las niñas deben ser educadas, femeninas, decentes y buenas amas de casa. O como yo lo veo: idiotas. Mi padre no soporta que yo tenga mi propia vida, mi propia forma de pensar, y mi propio culo. Para él, ser educada es saber dónde colocar el tenedor grande y dónde el chico. Ser femenina es tener la cabeza llena de unicornios y arcoíris. Ser decente significa proteger el coño hasta el matrimonio. Y ser buena ama de casa es condenarte por voluntad propia a la esclavitud de un hombre de negocios. Y yo, soy la antítesis de todo eso."

Verónica Pinciotti.