viernes, 21 de noviembre de 2014

Cristina Peri Rossi.

Oración

Líbranos, Señor,
de encontrarnos
años después,
con nuestros grandes amores.

"Inmovilidad de los barcos" 1997

domingo, 12 de octubre de 2014

Primer Amor, Samuel Beckett.

"Arboledas, grutas, lagos artificiales con cisnes, vaya un consuelo para el inconsolable. Era diciembre, nunca había tenido tanto frío, la sopa de anguila me había caído mal, tenía miedo de morir, me volteé para vomitar, los envidiaba. 
[...]

A veces me pregunto si todo esto no es un invento, si en realidad las cosas no tomaron un rumbo bastante diferente, algún rumbo que no me quedó otra más que olvidar."

Primer Amor, Samuel Beckett.

sábado, 11 de octubre de 2014

Paraíso Inhabitado, Ana María Matute.

"Ahora la niebla sólo es niebla, conocida y húmeda, fría y casi desprovista de misterio. 

Pero no entonces. 

Entonces, el mundo empezaba cuando yo saltaba sigilosamente de la cama, me asomaba a la puerta y vigilaba cautelosamente el largo pasillo que conducía a la otra puerta, la que me llevaría a la habitación más misteriosa de la casa [...]."

"A veces, los recuerdos se parecen a algunos objetos, aparentemente inútiles, por los que se siente un confuso apego. Sin saber muy bien por qué razón, no nos decidimos a tirarlos y acaban amontonándose al fondo de ese cajón que evitamos abrir, como si allí fuéramos a encontrar alguna cosa que no se desea, o incluso se teme vagamente. 

[...] 

No puedo permitirme el disimulo ni la falsedad, porque estoy recuperando recuerdos, retazos de un barco de papel arrinconado al fondo de un cajón que nunca tuve valor para abrir."

Paraíso Inhabitado, Ana María Matute.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Juan Gelman.

"¿Hay perros, hay olvido ya?

 Los veranos cuidaron tu congoja.

Nos vemos." 

Paco, de Mundar (2007). Juan Gelman.

domingo, 7 de septiembre de 2014

De prisa, Genaro Estrada.

"Me llegará la calma
de amarte quietamente
cuando haya muerto mi recuerdo."
De prisa, Genaro Estrada.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Kavafis.

"Mucha pena sintieron por la separación.
Ellos no lo querían: fueron las circunstancias.
La necesidad de vivir hizo a uno de ellos
marcharse lejos -Nueva York o Canadá.
Su amor ciertamente no era igual como antes;
había disminuido gradualmente la atracción,
había disminuido mucho la atracción.
Con todo separarse, ellos no lo querían.
Fueron las circunstancias.- O acaso como un artista
el Destino apareció separándolos ahora
antes que se extinguiera su sentimiento, antes que los
cambiara el Tiempo:
será el uno para el otro cual si siguiera siempre
siendo el hermoso muchacho de veinticuatro años."

Antes que los cambiara el tiempo, Kavafis.

lunes, 26 de mayo de 2014

Carta al Greco, Nikos Kazantzakis.

"Y ahora el crepúsculo humea sobre las colinas, las sombras se han alargado, el aire se ha llenado de muertos. La batalla cesa. ¿Ha triunfado? ¿Estoy vencido? Sólo sé una cosa: estoy cubierto de heridas y me sostengo de pie.
 Estoy cubierto de heridas, todas recibidas de frente. Hice lo que pude [...]."

Fragmento de Carta al Greco, por Nikos Kazantzakis. 

lunes, 21 de abril de 2014

Río subterráneo, Inés Arredondo.


"No debo por ti, para que nunca tengas que venir, para que no te veas obligado a este vigilancia que termina cuando no hay por quién resistir. No vengas nunca.
Aun cuando te digan que yo dejé de guardar, de estar atenta sin entregarme, aun entonces, no vengas. No quieras comprender. Sólo a a ti te diré que quizá me he sostenido porque sospecho, con temblor y miedo, que lo que somos dentro del orden del mundo es explicable, pero lo que nos toca a nosotros vivir no es justo, no es humano y yo no quiero, como quisieron mis hermanos, entender lo que está fuera de nuestro pequeño orden. No quiero, pero la naturaleza me acecha."

Río subterráneo, de Inés Arredondo.

Scott Fitzgerald a Zelda Sayre.


"... está muy bien concebir la vida en términos de una vasta nostalgia cuando se tiene un propósito artístico, sólo que el mundo no permite tales cosas si no se paga con recursos propios. Es un lujo que ni siquiera los ricos, ahora, pueden permitirse así nomás. Nosotros, los tuberculosos, la gente equivocada, los trabajadores, los moribundos, tenemos que vivir -no a expensas de ustedes, lo sabe Dios-, sino a pesar de ustedes. Tenemos nuestras propias lápidas que cincelar y no podemos desafilar nuestras herramientas apuñalándolos por la espalda, a ustedes, fantasmas, fantasmas que no pueden ni recordar claramente, ni olvidar por completo."

Fragmento de una de las últimas cartas que Scott Fitzgerald le escribió a Zelda Sayre durante los años treinta.

viernes, 4 de abril de 2014

Virginia Woolf.


"Hice cuanto pude para matarlo. Mi excusa, en el caso de que me llevaran ante los tribunales de justicia, sería la legítima defensa. Si no lo hubiera matado, él me hubiera matado a mí. Hubiera arrancado el corazón de mis escritos. [...] Tardó en morir. Su naturaleza ficticia lo ayudó en gran manera. Es mucho más difícil matar a un fantasma que matar una realidad. Siempre regresaba furtivamente, cuando yo pensaba que ya lo había liquidado. Pese a que me envanezco de que por fin lo maté, debo decir que la lucha fue ardua, duró mucho tiempo, tiempo que yo hubiera podido dedicar a aprender gramática griega, o a vagar por el mundo en busca de aventuras. Pero fue una verdadera experiencia, una experiencia que tuvieron que vivir todas las escritoras de aquellos tiempos."

Woolf, Virginia,
Las mujeres y la literatura, Michèle Barrett
(ed.), Barcelona, Lumen, 1981.

miércoles, 26 de marzo de 2014

Última entrevista, Cristina Peri Rossi.

"La última entrevista fue triste.
Yo esperaba una decisión imposible:
que me siguieras a una ciudad extraña
donde sólo se había perdido un submarino alemán
y tú esperabas que no te lo propusiera.
Con el vértigo de los suicidas
te dije: « Ven conmigo» sabiéndolo imposible
y tú -sabiéndolo imposible- respondiste:
«Nada se me perdió allí» y diste la conversación
por concluida. Me puse de pie
como quien cierra un libro
aunque sabía -lo supe siempre-
que ahora empezaba otro capítulo.
Iba a soñar contigo -en una ciudad extraña-,
donde sólo un viejo submarino alemán
se perdió.
Iba a escribirte cartas que no te enviaría
y tú, ibas a esperar mi regreso
-Penélope infiel- con ambigüedad,
sabiendo que mis cortos regresos
no serían definitivos. No soy Ulises. No conocí
Itaca. Todo lo he perdido."

Última entrevista, Cristina Peri Rossi.

domingo, 16 de febrero de 2014

Cumbres Borrascosas, por Emily Brontë.


"El tiempo habrá de cambiarlo, estoy convencida, tal y como el invierno acaba alterando el aspecto de los árboles. Mi amor hacia él recuerda a los cimientos eternos de las rocas, que no proporcionan un gran placer a la vista, pero son necesarios. [...] él estará siempre, siempre en mi cabeza, y no como algo placentero, al menos no más del placer que yo soy para mí misma, sino como parte de mí, por lo que, no hables más de separaciones, son impracticables, y además...
Hizo una pausa escondiendo el rostro entre los pliegues de mi falda, pero lo rechacé con vehemencia. Su locura había acabado con mi paciencia."

Fragmento de Cumbres Borrascosas, por Emily Brontë.

viernes, 24 de enero de 2014


"Rompo todo lo que toco porque soy violenta. Destruyo amistades, mi amor, mis hijos, la gente no lo sospecharía generalmente, pero la crueldad está ahí en la obra. Rompo cosas porque tengo miedo, y paso el tiempo reparando. Soy una sádica porque tengo miedo. Y sin embargo, las reconciliaciones entre la gente nunca se mantienen en realidad."

Louise Bourgeois.

miércoles, 8 de enero de 2014

El retrato de la señora Moskowicz, por Yehoshua Kenaz.


"Ella miró sus ojos para no tener que ver sus manos. En cuanto percibió que ella lo observaba, le dijo con voz débil y sin mirarla: 'Yo no espero nada, un segundo fatídico acabó con todo. No me hago ilusión alguna. ¿Qué puede ser de mí?' [...] Deseó enormemente que la repentina congoja de aquel extraño fuera también el momento más íntimo de ella misma."

Fragmento de El retrato de la señora Moskowicz, por Yehoshua Kenaz.