sábado, 9 de enero de 2016

"-Perdóname por haber tenido que presenciar lo que sucedió.
-En mi casa lo olvidaré todo.
-Una vez dijiste que jamás me olvidarías. [...]
-Es preciso que olvide. De lo contrario no tendré fuerzas para vivir. [...] Te quedaste aquí tanto tiempo, que a mí se me acabó el mío."
El retrato de la señora Moskowicz; Kenaz.

miércoles, 4 de noviembre de 2015


"Y me pondré a escribir sobre una noche en la que creí, tras ciertos indicios, que ocurrirían muchas cosas y en las que no ocurrió nada. Nada durante bastante tiempo. Hasta que tomé de nuevo el tren y me marché." 

Sobre una historia que no ocurrió, de Sirana Sateli.

lunes, 30 de marzo de 2015

"No quiero soltarlo, aún menos olvidarlo, pero si se trata de ser justos... brindemos porque se ha ganado un lugar eterno en mis entrañas y ahora sé lo que se debe y lo que no. Y con todo esto mil veces más diría que sí, sí a ser".
E.S. 

viernes, 21 de noviembre de 2014

Cristina Peri Rossi.

Oración

Líbranos, Señor,
de encontrarnos
años después,
con nuestros grandes amores.

"Inmovilidad de los barcos" 1997

domingo, 12 de octubre de 2014

Primer Amor, Samuel Beckett.

"Arboledas, grutas, lagos artificiales con cisnes, vaya un consuelo para el inconsolable. Era diciembre, nunca había tenido tanto frío, la sopa de anguila me había caído mal, tenía miedo de morir, me volteé para vomitar, los envidiaba. 
[...]

A veces me pregunto si todo esto no es un invento, si en realidad las cosas no tomaron un rumbo bastante diferente, algún rumbo que no me quedó otra más que olvidar."

Primer Amor, Samuel Beckett.

sábado, 11 de octubre de 2014

Paraíso Inhabitado, Ana María Matute.

"Ahora la niebla sólo es niebla, conocida y húmeda, fría y casi desprovista de misterio. 

Pero no entonces. 

Entonces, el mundo empezaba cuando yo saltaba sigilosamente de la cama, me asomaba a la puerta y vigilaba cautelosamente el largo pasillo que conducía a la otra puerta, la que me llevaría a la habitación más misteriosa de la casa [...]."

"A veces, los recuerdos se parecen a algunos objetos, aparentemente inútiles, por los que se siente un confuso apego. Sin saber muy bien por qué razón, no nos decidimos a tirarlos y acaban amontonándose al fondo de ese cajón que evitamos abrir, como si allí fuéramos a encontrar alguna cosa que no se desea, o incluso se teme vagamente. 

[...] 

No puedo permitirme el disimulo ni la falsedad, porque estoy recuperando recuerdos, retazos de un barco de papel arrinconado al fondo de un cajón que nunca tuve valor para abrir."

Paraíso Inhabitado, Ana María Matute.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Juan Gelman.

"¿Hay perros, hay olvido ya?

 Los veranos cuidaron tu congoja.

Nos vemos." 

Paco, de Mundar (2007). Juan Gelman.

domingo, 7 de septiembre de 2014

De prisa, Genaro Estrada.

"Me llegará la calma
de amarte quietamente
cuando haya muerto mi recuerdo."
De prisa, Genaro Estrada.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Kavafis.

"Mucha pena sintieron por la separación.
Ellos no lo querían: fueron las circunstancias.
La necesidad de vivir hizo a uno de ellos
marcharse lejos -Nueva York o Canadá.
Su amor ciertamente no era igual como antes;
había disminuido gradualmente la atracción,
había disminuido mucho la atracción.
Con todo separarse, ellos no lo querían.
Fueron las circunstancias.- O acaso como un artista
el Destino apareció separándolos ahora
antes que se extinguiera su sentimiento, antes que los
cambiara el Tiempo:
será el uno para el otro cual si siguiera siempre
siendo el hermoso muchacho de veinticuatro años."

Antes que los cambiara el tiempo, Kavafis.

lunes, 26 de mayo de 2014

Carta al Greco, Nikos Kazantzakis.

"Y ahora el crepúsculo humea sobre las colinas, las sombras se han alargado, el aire se ha llenado de muertos. La batalla cesa. ¿Ha triunfado? ¿Estoy vencido? Sólo sé una cosa: estoy cubierto de heridas y me sostengo de pie.
 Estoy cubierto de heridas, todas recibidas de frente. Hice lo que pude [...]."

Fragmento de Carta al Greco, por Nikos Kazantzakis. 

lunes, 21 de abril de 2014

Río subterráneo, Inés Arredondo.


"No debo por ti, para que nunca tengas que venir, para que no te veas obligado a este vigilancia que termina cuando no hay por quién resistir. No vengas nunca.
Aun cuando te digan que yo dejé de guardar, de estar atenta sin entregarme, aun entonces, no vengas. No quieras comprender. Sólo a a ti te diré que quizá me he sostenido porque sospecho, con temblor y miedo, que lo que somos dentro del orden del mundo es explicable, pero lo que nos toca a nosotros vivir no es justo, no es humano y yo no quiero, como quisieron mis hermanos, entender lo que está fuera de nuestro pequeño orden. No quiero, pero la naturaleza me acecha."

Río subterráneo, de Inés Arredondo.

Scott Fitzgerald a Zelda Sayre.


"... está muy bien concebir la vida en términos de una vasta nostalgia cuando se tiene un propósito artístico, sólo que el mundo no permite tales cosas si no se paga con recursos propios. Es un lujo que ni siquiera los ricos, ahora, pueden permitirse así nomás. Nosotros, los tuberculosos, la gente equivocada, los trabajadores, los moribundos, tenemos que vivir -no a expensas de ustedes, lo sabe Dios-, sino a pesar de ustedes. Tenemos nuestras propias lápidas que cincelar y no podemos desafilar nuestras herramientas apuñalándolos por la espalda, a ustedes, fantasmas, fantasmas que no pueden ni recordar claramente, ni olvidar por completo."

Fragmento de una de las últimas cartas que Scott Fitzgerald le escribió a Zelda Sayre durante los años treinta.

viernes, 4 de abril de 2014

Virginia Woolf.


"Hice cuanto pude para matarlo. Mi excusa, en el caso de que me llevaran ante los tribunales de justicia, sería la legítima defensa. Si no lo hubiera matado, él me hubiera matado a mí. Hubiera arrancado el corazón de mis escritos. [...] Tardó en morir. Su naturaleza ficticia lo ayudó en gran manera. Es mucho más difícil matar a un fantasma que matar una realidad. Siempre regresaba furtivamente, cuando yo pensaba que ya lo había liquidado. Pese a que me envanezco de que por fin lo maté, debo decir que la lucha fue ardua, duró mucho tiempo, tiempo que yo hubiera podido dedicar a aprender gramática griega, o a vagar por el mundo en busca de aventuras. Pero fue una verdadera experiencia, una experiencia que tuvieron que vivir todas las escritoras de aquellos tiempos."

Woolf, Virginia,
Las mujeres y la literatura, Michèle Barrett
(ed.), Barcelona, Lumen, 1981.

miércoles, 26 de marzo de 2014

Última entrevista, Cristina Peri Rossi.

"La última entrevista fue triste.
Yo esperaba una decisión imposible:
que me siguieras a una ciudad extraña
donde sólo se había perdido un submarino alemán
y tú esperabas que no te lo propusiera.
Con el vértigo de los suicidas
te dije: « Ven conmigo» sabiéndolo imposible
y tú -sabiéndolo imposible- respondiste:
«Nada se me perdió allí» y diste la conversación
por concluida. Me puse de pie
como quien cierra un libro
aunque sabía -lo supe siempre-
que ahora empezaba otro capítulo.
Iba a soñar contigo -en una ciudad extraña-,
donde sólo un viejo submarino alemán
se perdió.
Iba a escribirte cartas que no te enviaría
y tú, ibas a esperar mi regreso
-Penélope infiel- con ambigüedad,
sabiendo que mis cortos regresos
no serían definitivos. No soy Ulises. No conocí
Itaca. Todo lo he perdido."

Última entrevista, Cristina Peri Rossi.

domingo, 16 de febrero de 2014

Cumbres Borrascosas, por Emily Brontë.


"El tiempo habrá de cambiarlo, estoy convencida, tal y como el invierno acaba alterando el aspecto de los árboles. Mi amor hacia él recuerda a los cimientos eternos de las rocas, que no proporcionan un gran placer a la vista, pero son necesarios. [...] él estará siempre, siempre en mi cabeza, y no como algo placentero, al menos no más del placer que yo soy para mí misma, sino como parte de mí, por lo que, no hables más de separaciones, son impracticables, y además...
Hizo una pausa escondiendo el rostro entre los pliegues de mi falda, pero lo rechacé con vehemencia. Su locura había acabado con mi paciencia."

Fragmento de Cumbres Borrascosas, por Emily Brontë.

viernes, 24 de enero de 2014


"Rompo todo lo que toco porque soy violenta. Destruyo amistades, mi amor, mis hijos, la gente no lo sospecharía generalmente, pero la crueldad está ahí en la obra. Rompo cosas porque tengo miedo, y paso el tiempo reparando. Soy una sádica porque tengo miedo. Y sin embargo, las reconciliaciones entre la gente nunca se mantienen en realidad."

Louise Bourgeois.

miércoles, 8 de enero de 2014

El retrato de la señora Moskowicz, por Yehoshua Kenaz.


"Ella miró sus ojos para no tener que ver sus manos. En cuanto percibió que ella lo observaba, le dijo con voz débil y sin mirarla: 'Yo no espero nada, un segundo fatídico acabó con todo. No me hago ilusión alguna. ¿Qué puede ser de mí?' [...] Deseó enormemente que la repentina congoja de aquel extraño fuera también el momento más íntimo de ella misma."

Fragmento de El retrato de la señora Moskowicz, por Yehoshua Kenaz.

martes, 24 de diciembre de 2013

No lo imaginaba así, Batya Gur.

"Porque quien tiene la conciencia concentrada en la añoranza y en la repetición del momento, con la esperanza sin fin de cambiar un momento dado u otro, se convierte en un esclavo del otro. Nos e puede saber; quizás el otro se contenta con el conocimiento que provoca nostalgia y no precisa en absoluto de otra vez ni de nadie más. No se puede llegar al punto de esperar que alguien telefonee. [...] Porque al final del camino, o en algún punto intermedio, si accede, si llama, se ve a sí misma tapándose la cara con las manos. Hay cosas que es mejor dejar enterradas, imaginaciones que es mejor dejar morir."

Fragmento de No lo imaginaba así, por Batya Gur.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Pas Besoin, Alain Bosquet.

"La trompe de l'éléphant,
c'est pour ramasser les pistaches:
pas besoin de se baisser.
Le cou de la girafe,
c'est pour brouter les astres:
pas besoin de voler.
La peau du caméléon,
verte, bleue, mauve, blanche,
selon sa volonté,
c'est pour se cacher des animaux voraces:
pas besoin de fuir.
La carapace de la tortue,
c'est pour dormir à l'intérieur,
même l'hiver:
pas besoin de maison.
Le poème du poète,
c'est pour dire tout cela
et mille et mille et mille autres choses:
pas besoin de comprendre."

Pas Besoin, Alain Bosquet.

Marcelino Freire.


"Yo no escribo sobre la violencia, escribo bajo ella. Me afecta profundamente. [...] Yo no nací en París. Yo no escribo comiendo croissants."

Marcelino Freire durante alguna conferencia de FIL 2013.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Muertes de Aurora, por Gerardo de la Torre.


"Compañeros, hemos perdido una batalla pero no la guerra. Por extraño que parezca, me siento optimista aunque nos han golpeado bárbaramente. De cada derrota debemos obtener experiencias que nos conduzcan a la victoria total. Hoy, es cierto, vemos lejana esa victoria y sólo quisiéramos renunciar a la lucha revolucionaria. Sin embargo, en estas amarguras pasajeras se han forjado los momentos luminosos de la historia de la humanidad. Yo les digo, te lo digo a ti, Galdino, que combates por primera vez; a ti, Arturo, que te has enredado en esos menesteres y has sabido sobrevivir; a ti, Efrén, que en términos marítimos eres lo que podríamos llamar un viejo lobo; les digo que una y otra vez nos han asesinado y una y otra vez hemos vuelto a nacer."

Fragmento de Muertes de Aurora, por Gerardo de la Torre.

Muertes de Aurora.

"La verdad [...] no la odio, no hay rencor ni desprecio, lo que pasa es que ya no hay nada, te lo juro, no hay nada. [...] Dile la verdad: el silencio, el olvido, la podredumbre, los cabronazos [...], dile que también a ella me la mataron en Tlatelolco."

Muertes de Aurora, Gerardo de la Torre.

lunes, 4 de noviembre de 2013

La era del vacío, Gilles Lipovetsky.


"La última figura del individualismo no reside en una independencia soberana asocial sino en ramificaciones y conexiones en colectivos con intereses miniaturizados, hiperespecializados: agrupaciones de viudos, de padres de hijos homosexuales, de alcohólicos, de tartamudos, de madres lesbianas, bolínicos. Debemos devolver a Narciso al orden de los circuitos y redes integradas: solidaridad de microgrupo, participación y animación benévolas, 'redes situacionales', todo eso no se contradice con la hipótesis del narcisismo sino que confirma su tendencia. Ya que lo más notable del fenómeno es, por una parte, la retracción de los objetos universales si los comparamos con la militancia ideológica y política de antaño, y por otra, el deseo de encontrarse en confianza, con seres que compartan las mismas preocupaciones inmediatas y circunscritas. Narcisismo colectivo: nos juntamos porque nos parecemos, porque estamos directamente sensibilizados por los mismos objetivos existenciales.

(...)
Pero es lo mismo que las pintadas en las pareces de la escuela o los innumerables grupos artísticos; cuanto mayores son los medios de expresión, menos cosas se tienen por decir, cuanto más se solicita la subjetividad, más anónimo y vacío es el efecto. Paradoja reforzada aún más por el hecho de que nadie en el fondo está interesado por esa profusión de expresión, con una excepción importante: el emisor o el propio creador. Eso es precisamente el narcisismo: (...) el deseo de expresarse sea cual fuere la naturaleza del 'mensaje', el derecho y placer narcisista de expresarse para nada, para sí mismo, pero con un registrado amplificado por un 'medium' (...) con la lógica del vacío."

La era del vacío, ensayos sobre el individualismo contemporáneo; Gilles Lipovetsky.

Susana Thénon.

 “Comprendí que me enfrentaba a una nueva demolición para dar lugar a todo lo que no había encontrado aún su espacio: yo en la tierra; yo con los otros (tú, él, nosotros, vosotros, ellos); yo rea; yo bruta; yo grosera; yo toda mezclada de latín, griego, mierda, tallarines, cultura y barbarie; yo delincuente; yo dirigiendo una orquesta y yo babeándome encima; yo defendiendo la tesis de doctorado y yo meándome en una conferencia; yo con una altísima misión diplomática y yo robando una billetera en un ómnibus; yo amiga del alma y yo traidora; yo valiente y yo obsecuente; yo democrática y yo nazi; yo perfumada y yo maloliente. Todo junto. Y además: yo viva y yo muerta y yo naciendo y yo agonizando. Y amando-odiando ya sin disimulo.”

Susana Thénon.

martes, 22 de octubre de 2013


"Pero si es todo un mundo lo que encierra
y yo no sé hacer mundos abreviados."

La grandeza mexicana, Bernardo de Balbuena.

Burgos Cantor.


"Cuándo lo conocí. Hace cuántos años cuántos meses cuántos días. Siglos ya, acaso. Montones y montones de segundos que se apilan en la memoria, en el olvido de los recuerdos. 

(...)

Fui contigo a las ciudades lejanas de los países extranjeros a las que viajaste dispuesto a traer la faja de campeón mundial. Ahí estuve a tu lado y aprendí a azuzar la valentía y agarrar el miedo para mantener los ojos abiertos y evitar que se desmorone la esperanza y si el pánico me atenaza no me movía del hotel y rezaba a los santos de la abuela para que te iluminaran y te sostuvieran en pie."

Fragmentos de Con las mujeres no te metas o macho abrázame otra vez; por Burgos Cantor.

"La ley en México es un asunto cósmico: se juntan algunas estrellas, se alinean y desapareces." 

Disparos en la oscuridad, Fabrizio Mejía Madrid.

Marvel Moreno.


"No sé muy bien quién soy, pero me dejo llevar por el aire y convertida en granos de arena; busco refugio entre las ramas del caobo que sembré cuando vine a vivir aquí. Las sombras me protegen, la oscuridad regresa, creo que alguna vez lloré la muerte de alguien y quedé para siempre envuelta en brumas de nostalgia."

Fragmento de La sombra, de Marvel Moreno.

jueves, 3 de octubre de 2013

Cine, cultura y descolonización.


"Creemos que el arte significa un compromiso activo con la realidad; activo porque aspira a transformarla. Creemos que el arte debe inquietar constantemente las estructuras de la cultura oficial. Aspiramos transformar cada pedazo de la realidad en un objeto artístico que se vuelva sobre la conciencia del mundo revelando las contradicciones íntimas de esta sociedad de clases. (Romero Brest.)

(...)

Nosotros queremos restituir las palabras, las acciones dramáticas, las imágenes a los lugares donde puedan cumplir un papel revolucionario, donde sean útiles, donde se conviertan en 'armas para la lucha'."

Tomado de La hora de la censura; Cine, cultura y descolonización, Fernando E. Solanas y Octavio Getino.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Fernández Noroña.

"(...) No te haré la historia larga, no eres muy de lectura.

(...) Por mi parte, seguiré impulsando la desobediencia civil absoluta. Parar todo para que todo se mueva.  Sé que tu gobierno no resisitíra que la gente pare todo cinco, diez, quince días si mucho. Que no vayan a trabajar, que no vayan a la escuela, que no compren nada, que no vean televisión. Tu gobierno caería. La gente, espero, se dé cuenta del enorme poder que tiene y que no ejerce. Pero no seré yo quien decida las formas de lucha, será el pueblo, será la gente, la que decida el camino y yo seguiré el que la gente trace."


Carta de Gerardo Fernández Noroña a Enrique Peña Nieto.

Iván Antillón.


"Quiero reventar su ojo a mordidas. [...] Lamer las lagañas de días, rehumedecidas por la lágrima diaria que es el vicio, que es aguantar la vida y beberla hasta caer. Ese ojo como agujero para esconderse, que es ventana a otros mundos, un demonio que viene a esperarme es el ojo del cielo. El planeta se va [...]".

Iván Antillón.

José Daniel García.


"Mary Moon camina por Gran Vía
como un escaparate en movimiento,
precoz equilibrista sin alambre
oscilando entre el sueño y las agujas.
Selenita famélica y azul
desterrada al planeta de los zombies,
en las bocas de metro sobrevive
tomando vitaminas contra el miedo.
La luna es un motel de carretera
donde la desahuciaron."

El sueño del monóxido, de José Daniel García.

Sara Beatriz Guardia.


"Yo nací libre, dice, y para seguir siendo libre Marcela ha elegido vivir en el mundo pastoril donde sólo la naturaleza acompaña su soledad. Tan libre como Alonso Quijano convertido en Don Quijote de La Mancha, acompañado del fiel Sancho, incomprendido por todos, pero fiel a sí mismo."

De La Querella de las mujeres y el discurso de Marcela en Don Quijote, por Sara Beatriz Guardia.

Ni una sola palabra de amor.

"Ya se ha pasado todo el día del sábado, ¿ves? ... Y vos decías que querías tiempo; que hacía falta tiempo. Y el tiempo no lo tenéis conmigo para proyectar lo que hay que proyectar, y solucionar lo que hay que solucionar. No sé más qué decirte. No sé más qué hacer...

Adiós.


(...) Hola Enrique, ¿estás ahí?"

(...)

Y después la ausencia, ausencia, ausencia, ausencia en toda mi vida. Y no amor. Jamás. Ni una sola palabra de amor."



Del cortometraje (audio de la grabadora de Enrique, voz de María Teresa; encontrado en un mercado de pulgas) Ni una sola palabra de amor.

Sigüenza y Góngora.


"Desesperé entonces de poder ser algo, y hallándome en el tribunal de mi propia conciencia, no sólo acusado, sino convencido de inútil, quise darme por pena de este delito la que se da en México a los que son delincuentes, que es enviarlos desterrados a las Filipinas." 

Fragmento de Infortunios de Alonso Ramírez, por Sigüenza y Góngora.

sábado, 5 de enero de 2013

Amantes y enemigos, de Rosa Montero.


"Se sufre, ¿sabe usted? [...] Pero cuando al fin descubrí que yo sólo era un sueño fue un alivio. Porque en esta vida puedo parecer ridículo, insignificante o incluso loco, pero en realidad soy un monstruo magnífico, inmensamente poderoso, viejo y sabio."

Fragmento del cuento El monstruo del lago, en el libro Amantes y enemigos, escrito por Rosa Montero.

viernes, 4 de enero de 2013

Fragmento de El amante de Lady Chatterley.


"¡Pero así son los hombres! Ingratos y constantemente insatisfechos. Cuando no quieres saber nada de ellos te odian porque no quieres, y cuando quieres te odian por alguna otra razón. O sin razón ninguna, excepto que son niños enfadados, y que no hay manera de contentarlos con nada, haga una mujer lo que haga."

Fragmento de El amante de Lady Chatterley.

El amante de Lady Chatterley, de D.H. Lawrence.


"Hacía frío y él tosía. Una brisa fina y fría azotaba la colina. Pensó en la mujer. En aquel momento habría dado todo lo que no tenía o incluso lo que podría llegar a tener por estrecharla tiernamente entre sus brazos, envueltos ambos en una manta y dormidos. Todas sus esperanzas de eternidad, todo lo adquirido en el pasado, todo lo habría dado por tenerla allí, envuelta con él en una sola manta, con calor y dormidos, simplemente dormidos. Parecía que dormir con la mujer en sus brazos era la única necesidad."


Fragmento de El amante de Lady Chatterley, de D.H. Lawrence.

El amor en tiempos de cólera, por Gabriel García Márquez.

"Contéstale que sí. -le dijo- Aunque te estés muriendo de miedo, aunque después te arrepientas, porque de todos modos te vas a arrepentir toda la vida si le contestas que no."

Extraído de El amor en tiempos de cólera, por Gabriel García Márquez.

El amante de Lady Chatterley, por D.H. Lawrence.


"-Somos dos guerreros derrotados- dijo Connie.
-¿Tú también? - rió él-. ¡Y aquí estamos dispuestos de nuevo a la batalla!
-¡Sí! Realmente estoy asustada.
-¡Sí!"

Fragmento de El amante de Lady Chatterley, por D.H. Lawrence.

Lo más inmediato; Poemas, Friedrich Hölderling.


"... abiertas las ventanas del cielo
y libre el genio de la noche, 
el celeste asaltante que ha engañado
en tantas lenguas prosaicas nuestra tierra
y removió los restos
hasta ahora. 
Mas llegará aquello que yo quiero."



Lo más inmediato; Poemas, Friedrich Hölderling, 1875.

El amante de Lady Chatterley, por D.H. Lawrence.


"-¡No te vayas! ¡No te vayas! ¡No me dejes! ¡No te enfades conmigo, apriétame fuerte! ¡Apriétame! - susurró con un frenesí ciego, sin saber siquiera qué estaba diciendo y agarrándose a él con una fuerza desesperada.
Era de ella misma de quien quería que la salvaran, de su propia ira y resistencia interiores. ¡De aquel irresistible rechazo interior que se apoderaba de ella!"

Fragmento de El amante de Lady Chatterley, por D.H. Lawrence.

Amantes y enemigos, por Rosa Montero.

"Era una noche fría y sin luna, de ésas en las que a veces resulta difícil, o por lo menos desalentador, encontrar el camino de regreso. 
No se puede decir que haya sido un hombre fundamental en mi vida, aunque tampoco es de esos de los que procuras hasta olvidar el nombre. Además, hace ya tiempo que no llegan a mí hombres fundamentales, cosa que ya no sé si es un fallo de ellos o un mérito mío."

Fragmento del cuento Alma Caníbal, del libro Amantes y enemigos, por Rosa Montero.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Teresa Wilms Montt, de tumba en tumba; por Alejandra Costamagna.


"Casa vacía: se robaron hasta las cañerías de cobre e instalación eléctrica. No insista", advierte el cartelito en letra manuscrita, clavado en el muro. Casa vacía es blanca, estilo inglés: madera y cemento, conporche, virgencita y terreno amplio para el jardín. Pero está vacía y se robaron todo. Cuatro hombres vestidos con mamelucos intalan un cartel enla entrada: publicidad a escala gigante sobre la próxima teleserie nocturna. No saben de quién fue este sitio anclado en el corazón de la ciudad chilena Viña del Mar. 
No conocen a Teresa Wilms Montt. 
Las escaleras que conducen al balcón son cuatro o cinco peldaños rotos. Las puertas de la despensa sonpalos improvisados donde pudo haber una reja. Hay candados en todas las ventanas. Hay polvo, hay lagartijas y arañitas costeras que trepan el damasco, el níspero, la encina. Hay frutos reventados en un colchón de hojas. Hay los últimos hilos de una enredadera que trepa los muros de esta casa vacía, blanca, estilo inglés. 
Y hay también el origen de una historia. Los primeros peldaños de una muejr de belleza fatal que desacató los códigos sociales de su época y pagó cara, carísima su falta. En este esqueleto palaciego de calle Viana, casi esquina con Traslaviña, cruje un pasado que hoy se pierde en el bullicio de la modernidad."

Fragmento de Teresa Wilms Montt, de tumba en tumba; por Alejandra Costamagna.

Alejandra Costamagna.


"Niña de alcurnia, romántica, jaquecosa, lectora activa, incomprendida por su familia [...]. Jovencita de mente abierta, trilingüe [...], linda a rabiar [...]. Muchacha de ideas claras, simpatizante del anarquismo[...], sin espíritu práctico, histriónica, seductora, bohemia, infiel."

Teresa Wilms Montt, de tumba en tumba, por Alejandra Costamagna.

Tsunami, por Ezio Neyra.


"A lo mejor a estas alturas ya no haya nada que desentrañar y simplemente baste con esperar que el pasar de los días mejore el estado actual de las cosas. Pero quizá ni siquiera valga la pena mantener esperanza alguna. Es posible que ya hayamos alcanzado un punto de no retorno en el que cada uno se ha apropiado de un islote de razón en donde no se acepta la presencia de otros puntos de vista."

Fragmento de Tsunami, por Ezio Neyra.

Angélica Liddell.


"¿Por qué la gente quiere ayudarme a ser feliz? No necesito ayuda para ser feliz. Para ser feliz necesito que me dejes en paz; necesito que te vayas a la mierda. Necesito que dejes de joderme la vida. Eso es lo que necesito para ser feliz. No necesito ayuda para ser feliz. Necesito la respuesta de Dios. Necesito pelear con Dios. Necesito los puños de Dios."

Angélica Liddell.

Les particules élémentaires, de Michel Houellebecq.


"À partir d'un certain âge, une femme a toujours la possibilité de se frotter contre des bites; mais elle n'a plus jamais la possibilité d'être aimée. Les hommes sont ainsi, voilà tout..."

"Pour les femmes, dans la quasi-totalité des cas, les années de la maturité furent celles de l'échec, de la masturbation et de la honte."

Extrait du Les particules élémentaires, de Michel Houellebecq.

Río subterráneo, por Inés Arredondo.


"Quiero encontrar una cosa tersa, armónica, por donde se deslice mi alma. No estos picos, estas heridas inútiles, este caer y levantar, más alto, más bajo, chueco, casi inmóvil y vertiginoso. ¿Te das cuenta? Siento que me caigo, que me tiran, por dentro, ¿entiendes?, me tiran de mí mismo y cuando voy cayendo no puedo respirar y grito, y no sé y siento que me acuchillan, con un cuchillo verdadero, aquí. Lo llevo clavado, y caigo y quedo inmóvil, sigo cayendo, inmóvil, cayendo, a ningún lugar, a nada. Lo peor es que no sé por qué sufro, por quién, qué hice para tener este gran remordimiento, que no es de algo que yo haya podido hacer, sino de otra cosa, y a veces me parece que lo voy a alcanzar, alcanzar a saber, a comprender por qué sufro de esta manera atroz, y cuando me empino y voy a alcanzar, y el pecho se me destiende, otra vez el golpe, la herida y vuelvo a caer, a caer. Esto se llama la angustia, esto seguro."

Fragmento de Río subterráneo, por Inés Arredondo.

Río subterráneo, de Inés Arredondo.


"No debo por ti, para que nunca tengas que venir, para que no te veas obligado a este vigilancia que termina cuando no hay por quién resistir. No vengas nunca.
Aun cuando te digan que yo dejé de guardar, de estar atenta sin entregarme, aun entonces, no vengas. No quieras comprender. Sólo a a ti te diré que quizá me he sostenido porque sospecho, con temblor y miedo, que lo que somos dentro del orden del mundo es explicable, pero lo que nos toca a nosotros vivir no es justo, no es humano y yo no quiero, como quisieron mis hermanos, entender lo que está fuera de nuestro pequeño orden. No quiero, pero la naturaleza me acecha."

Río subterráneo, de Inés Arredondo.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Incipit de Bonsái, por Alejandro Zambra.


"Al final ella muere y él se queda solo, aunque en realidad se había quedado solo varios años antes de la muerte de ella, de Emilia. Pongamos que ella se llama o se llamaba Emilia y que él se llama, se llamaba y se sigue llamando Julio. Julio y Emilia. Al final Emilia muere y Julio no muere. El resto es literatura."

Incipit de Bonsái, por Alejandro Zambra.

Incipit de Tsunami, por Ezio Neyra.


‎"No será fácil contarte esta historia. Saber cuándo comenzó tampoco es sencillo. A estas alturas ya ni sé la cantidad exacta de tiempo que ha transcurrido y es posible que termine dándote una versión alterada. Bien sabes que la memoria es resbalosa y que se inventa lo que no recuerda. Si contártela es difícil, mucho más lo es entenderla. Quiero que pronto deje de importarme, que no quede nada pendiente. Necesito pasar la ola. Eso es lo que tengo que hacer. Quizá tengas razón cuando dices que contarte todo puede ser útil, que puede ayudarme a encontrar sentido. Lo cierto es que ahora estoy aquí, con ustedes, y es raro sentir que una vez más me sirven de red que amortigua mi caída. Me han sostenido como lo hacían los adultos cuando éramos niños, ¿te acuerdas? Exactamente igual a cuando venían en nuestro auxilio tras habernos caído o arañado o roto la cabeza. Por favor, que no te moleste que le dé demasiadas vueltas a las cosas. Se me ocurren muchos comienzos, pero ya sé que de todos modos tengo que empezar por algún lado. Así que diré que estábamos en casa, echados desnudos sobre la cama haciendo el amor."

Incipit de Tsunami, por Ezio Neyra.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Charles Warnke.


"Tú, la chica que lee, me hace querer ser todo lo que no soy. Pero soy débil y te fallaré porque tú has soñado, como corresponde, con alguien mejor que yo y no aceptarás la vida que te describí al comienzo de este escrito. No te resignarás a vivir sin pasión, sin perfección, a llevar una vida que no sea digna de ser narrada. Por eso, largo de aquí, chica que lee; coge el siguiente tren que te lleve al sur y llévate a tu Hemingway contigo. Te odio, de verdad te odio." 

Charles Warnke.

La eternidad del instante, por Zoé Valdés.


‎"Sus pies despegaron del suelo, atravesó relámpagos, ráfagas de lluvia, truenos, hasta hallarse en un espacio tan mullido e impoluto como la espuma del merengue que se levanta al batir la clara del huevo. Sus pies acababan de aterrizar en la luna: la poción mágica había surtido un efecto de inmortalidad en ella. Sin embargo, nunca más pudo descender del astro a reunirse con su amante (...)."

Fragmento de La eternidad del instante, por Zoé Valdés.

Árbol rojo sobre la colina, por Antonio Marts, en el cuento "Verano".


‎"Quería escribir. Escapar de la rutina (...). Después, en casa, enfrentar la página en blanco, la pantalla en blanco. No había actualizado su blog por más de un mes, y cada que revisaba su correo electrónico lo encontraba atiborrado de mensajes preguntando por ella, por sus escritos. No respondía. Ya no tenía nada que decir. 

(...) Al principio del verano parecía que ese vuelo había perdido las alas y caía irremediablemente."

Fragmento de Árbol rojo sobre la colina, por Antonio Marts, en el cuento "Verano".

Nineteen Minutes, por Jodi Picoult.


‎"By the time you read this, I hope to be dead.
You can't undo something that's happened; you can't take back a word that's already been said out loud. You'll think about me and wish that you had been able to talk to me out of this. You'll try to figure out what would have been the one right thing to say, to do. I guess I should tell you: 'Don't blame yourself; this isn't your fault', but that would be a lie. We both know that I didn't get here by myself.
You'll cry, at my funeral. You'll say it didn't have to be this way. You will act like everyone expects you too. But will you miss me?
More importantly- will I miss you?

Does either one of us really wants to hear that answer to that question?"

Incipit de Nineteen Minutes, por Jodi Picoult.

Rocío Boliver.


‎"En esta sociedad pasteuriza, prefiero provocar repugnancia, odio, rechazo, hartazgo, angustia, hostilidad, miedo; que seguir fomentando la asepsia mental."

Rocío Boliver.

Bella del Señor, por Albert Cohen.


‎"Desterrada voluntaria como yo, y no sabía que yo la observaba tras las cortinas. Entonces, escuche, se acercó al espejo del saloncillo, porque tiene la manía de los espejos como yo, manía de tristes y solitarios, y entonces, sola y segura de que no la veía nadie, se acercó al espejo y besó sus labios en él. Nuestro primer beso, amor mío.
[...] Un parpadeo, lo que dura un beso en el espejo, y era ella, ella para siempre. Llámeme loco, pero créame. Fue así, y cuando regresó al gran salón, no me acerqué a ella, no quise tratarla como a las demás."

Fragmento de Bella del Señor, por Albert Cohen.

Relatos Mágicos del Perú, compilado por Javier Zapata Innocenzi.


‎"A todos los fantasmas, duendes y demás fuerzas desconocidas que tuvieron la gentileza de manifestarse dentro del territorio nacional."

Dedicatoria en el libro Relatos Mágicos del Perú, compilado por Javier Zapata Innocenzi.

Verónica Pinciotti.


‎"Crecí en una familia acomodada donde las niñas deben ser educadas, femeninas, decentes y buenas amas de casa. O como yo lo veo: idiotas. Mi padre no soporta que yo tenga mi propia vida, mi propia forma de pensar, y mi propio culo. Para él, ser educada es saber dónde colocar el tenedor grande y dónde el chico. Ser femenina es tener la cabeza llena de unicornios y arcoíris. Ser decente significa proteger el coño hasta el matrimonio. Y ser buena ama de casa es condenarte por voluntad propia a la esclavitud de un hombre de negocios. Y yo, soy la antítesis de todo eso."

Verónica Pinciotti.

lunes, 20 de febrero de 2012

Memoria, de Stephen King.

‎"—Yo no te habría dejado a ti, esa es la cuestión. No te habría dejado. Habría aguantado la mierda y la sangre y las meadas y la cerveza derramada. 
—Es diferente— dijo ella. No hacía ningún esfuerzo por enjugarse las lágrimas—. Es diferente y lo sabes. Yo no podría partirte en dos si me diera un ataque de furia."

Fragmento de Memoria, de Stephen King.

Dios sí juega a los dados, por Óscar de la Borbolla.

"Soñó con ella, y soñó tanto, que ambos se despertaron a media noche, cada uno en su casa, por completo excitados y deseando que sonara el teléfono...". 

Fragmento de Dios sí juega a los dados, por Óscar de la Borbolla.

Y2K, por Mario Bojórquez.

"Ahora estarás tirada bocabajo en la cama leyendo una novela española mientras tus pantorrillas se elevan sobre el dibujo de las sábanas, hay algo en tu cintura que se enciende con el roce del elástico y piensas, todos pensamos en un momento del día en aquel fuego que nos quemó y ansiamos volver ahí, al borde de ese incendio; pierdes la línea y lees sin leer y luego te cuesta trabajo regresar a la escena que el español fraguó en horas de delirio, te obligas a volver y lees con cuidado lo que ya no entiendes y te volteas bocarriba y ves las fotos de tu librero y te quedas colgada de aquellos tus sueños tan queridos. Qué cerca has estado de ellos y qué lejos, qué opresiva atmósfera se ha vuelto el ancho mundo, qué ganas de patear un país, una religión, un idioma y que todo vuelva a respirarse a ritmo de pulmón, pero nada de eso te preocupa ahora, te preocupa el futuro, el detonador del mañana, la almendra más allá de la cáscara, la pepita brillante y llena de aceite, te dices qué calor y sabes que el aire frío golpea las paredes. Qué ganas a veces de extender la mano y que el placer rodee tu cintura, puedo ser yo u otro, nadie, el que en su abrazo envuelva tu cuerpo aligerado ya de la carga del mundo y te lleve más allá de las costas, mar adentro donde sólo exista el sonido de la sangre que corre en su rumor de bestia florecida. Vuelves al cuarto de donde no has salido, para decirte que es mejor así, que nada importa, que nunca habrá ni un cómo, un dónde para la perfecta, la redonda, la exacta felicidad."

De Y2K, Mario Bojórquez.

domingo, 5 de febrero de 2012

Incipit de Hasta no verte, Jesús mío; de Poniatowska.

‎"Algún día que venga ya no me va a encontrar; se topará nomás con el puro viento. Llegará ese día y, cuando llegue, no habrá quien le dé una razón. Y pensará que todo ha sido mentira. Es verdad, estamos aquí de a mentiras; lo que cuentan en el radio son mentiras, mentiras las que dicen los vecinos y mentira que me va a sentir. Si ya no le sirvo para nada, ¿qué carajos va a extrañar? Y en el taller tampoco. ¿Quién quiere usted que me extrañe si ni adioses voy a mandar?"


Incipit de Hasta no verte, Jesús mío; de Poniatowska.

La Marelle, Julio Cortázar.

‎"[...] et que rien n'est perdu si l'on a enfin le courage de proclamer que tout est perdu et qu'il faut repartir à zéro [...]
Quant au reste, il faut être un imbécile, il faut être un poète, il faut être un cinglé pour perdre plus de cinq minutes à des nostalgies auxquelles on peut parfaitement mettre un terme à bref délai." 

La Marelle, Cortázar.

Aunque seamos malditas, de Eugenia Rico.

‎"Los ojos cerrados. Su mano en mi boca. Los ojos cerrados. Su boca en mi mano. Su labio en mi labio. Su mano en mi mano. Los ojos cerrados. Su sexo en mi boca, su boca en mi mano, su sexo en mi sexo, los labios cerrados, su grito en mi grito, su labio en mi labio, su mano en mis ojos, los ojos cerrados. 
Y huele a otro mundo, distinto y salado.
Su mano en mi boca, mi boca en su mano. Mi labio en sus ojos, su mano en mis manos, su sexo muy dentro, los ojos cerrados. Puedo ver el mundo desde donde estamos. Hay algo de plomo que estalla en mis labios. Su sangre en mi boca, su sangre en mi mano, su esencia en mi cántaro, su lluvia en mis labios, y todo despacio, los ojos cerrados. Soy dueña del mundo, y todo ha cambiado. Su grito en mi grito que sabe a mis labios. Una y otra vez. Los ojos cerrados."

Fragmento de Aunque seamos malditas, Eugenia Rico.

El Gran Gatsby, de F. Scott Fitzgerald.

‎"Gatsby creía en la luz verde, el orgiástico futuro que, año tras año, aparece entre nosotros... Nos esquiva, pero no importa; mañana correremos más de prisa, abriremos los brazos, y... un buen día...
Y así vamos adelante, botes que reman contra la corriente, incesantemente arrastrados hacia el pasado."

Fragmento de El Gran Gatsby, de F. Scott Fitzgerald.

Bel-Ami, por Guy de Maupassant.

‎"(...) n'était-ce pas révoltant qu'un étranger, un inconnu, vînt ainsi troubler votre vie, tout d'un coup, sans raison, par pur caprice(...)? (...) Quelle brute !"

Bel-Ami, Maupassant.

Hasta no verte, Jesús mío; de Elena Poniatowska.

‎"Y desde entonces todo fueron [...] amigas y amigos que no servían para nada, y perros que me dejaban sola por andar siguiendo a sus perras. Y hombres peores que perros del mal y policías y pelados abusivos. Y yo siempre sola [...]. Y aquí estoy ya nomás esperando a que den las cinco de la mañana porque ni siquiera duermo y nomás se me revela todo lo que pasé desde chiquilla, cuando anduve de guacha y sin guarache, haciéndole a la revolución como jugando a la gallina ciega, recibiendo puros trancazos, cada vez más desmadejada en esta chingadera de vida."

Fragmento de Hasta no verte, Jesús mío; de Elena Poniatowska.

viernes, 6 de enero de 2012

Liquidación, por Imre Kertész.

"Un sinnúmero de libros duerme en ni interior, buenos y malos, de todos los géneros. Frases, palabras, párrafos y versos, que, tal infatigables realquilados, resucitan de forma inesperada, vagan en solitario por mi cabeza y a veces se ponen a badajear allí a voz en cuello, sin que yo atine a callarlos. Enfermedad profesional."

Fragmento de Liquidación, por Imre Kertész.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Breakfast at Tiffany's, Capote.

"You know what's wrong with you, Miss Whoever-You-Are? You're chicken. You got no guts. You're afraid to say, 'O.K., life's a fact.' People do fall in love. People do belong to each other, because that's the only chance anybody's got for real happiness. You call yourself a free spirit, a wild thing. You're terrified somebody's going to stick you in a cage. Well, baby, you're already in that cage. You built it yourself. And it's not bounded by Tulip, Texas or Somaliland. It's wherever you go. Because no matter where you run, you just end up running into yourself."

Diálogo en Breakfast At Tiffany's, de Capote, en su versión adaptada a la pantalla grande.

La Dolce Vita, por Fellini.

"Tú dices siempre que estoy loca. Que estoy fuera de la realidad. Pero tú eres el equivocado. Has encontrado lo más importante de la vida. Una mujer que te quiere de verdad. Dispuesta a dar la vida por ti si es necesario. Y lo estropeas. Estás inquieto, insatisfecho.[...] Cuando dos personas se quieren lo demás no importa. ¿De qué tienes miedo?" 

Diálogo de la versión subtitulada al español de La Dolce Vita; de Fellini.

Se está haciendo cada vez más tarde, de Antonio Tabucchi.

"Llega siempre el momento en el que comprendes que la ilusión sucesiva de los días, o su música, ha llegado a su fin. Si era ilusión, es como cuando, en el instante del alba, los contornos de lo real, antes difusos, se ven invadidos por la luz creciente y se vuelven nítidos, cortantes como hojas, y sin remisión. Si era música, es como si las notas de una orquesta, después del movimiento 'allegro, scherzoso, adagio y allegro maestoso', se volvieran solemnes y se apagaran lentamente: las luces se amortiguan y el concierto ha terminado."


Fragmento de La máscara está cansada; Se está haciendo cada vez más tarde, de Antonio Tabucchi.

Frankenstein, de Shelley.

"Estoy dispuesto a razonar. Sé bien que la cólera que siento me perjudica más que me favorece. Aunque no lo creas, tú eres la causa de mi mal. Si alguien fuera capaz de sentir benevolencia hacia mí, se la devolvería cien veces mayor. Por esa única criatura, para agradar a ese ser, sería capa de hacer las pases con la humanidad entera. Mas esos sueños no podrán realizarse nunca. Mi propuesta no carece de lógica y no es nada extraordinario para ti el satisfacerla. Quiero una criatura de sexo femenino tan horrible como yo. Creo que es lo menos que puedo pedir, y con ser tan poca cosa, bastará para satisfacerme. Es verdad que seremos dos monstruos, dos seres distintos de cualquier persona humana; pero eso es precisamente lo que nos unirá. Nuestras vidas podrán no ser felices, pero que sí serán es inofensivas y estarán, sobre todo, libres de la miseria y del padecimiento que hoy me aquejan."

Fragmento de Frankenstein, por Shelley.

Werther, de Goethe.

"La naturaleza se despierta en ella y enciende de repente en su seno una llama secreta que se aumenta con las lisonjas que recibe de los hombres; aquellos placeres en que hasta entonces encontraba las mayores delicias, se le hacen cada vez más insípidos hasta que, al fin, halla un hombre hacia el que se siente inclinada por un atractivo irresistible y desconocido. Entonces olvida el mundo y todo cuanto la rodea, no oye, ni ve, ni entiende nada más que en él, ni desea más que a él, a ese ser único. No hallándose corrompida todavía por los falsos placeres de una inconstante vanidad, sus aspiraciones y deseos no tienden más que a un solo objeto fijo: quiere ser de aquel que ella ama; quiere asegurar por medio de un lazo eterno la dicha que ella anhela y la reunión de todos los goces a que aspira. Algunas promesas reiteradas ponen el sello a sus esperanzas; apasionadas caricias encienden sus más vivos deseos y su alma toda se encuentra sumergida en ese mar de ilusiones, ya flotando entre las sensaciones más vagas, rodeada de los encantadores presentimientos de todos los placeres desconocidos que la esperan. Exaltada, extasiada, extiende, al fin, los brazos para estrechar en ellos el objeto de todos sus deseos, y... no encuentra más que un fantasma... el objeto real ha desaparecido... ¡su amante la abandona! Atónita, descorazonada, sin saber lo que le pasa, se encuentra al borde del abismo; no ve más que oscuridad y tinieblas a su alrededor, se acabó para ella la esperanza; ya no hay consuelo para ella... ¡Aquél en quien ella había puesto toda su existencia la ha abandonado!... Ya no ve delante de sí la inmensidad del universo; ya no ve a ninguno de los muchos que la rodean que podrían reparar su pérdida; no se ve sino a sí sola, a ella sola abandonada por todos."

Fragmento de Werther, de Goethe.

Desvaríos, de Rimbaud.

" Desvaríos. 

II. Alquimia del verbo.

Sobre mí. Historia de una de mis locuras. 
Desde hace mucho tiempo presumía de conocer todos los paisajes posibles y encontraba ridículas las celebridades de la pintura y de la poesía moderna. 
Me gustaban las pinturas idiotas, las portadas, los decorados, las telas de saltimbanquis, las muestras, las estampas populares, la literatura pasada de moda, el latín de iglesia, los libros eróticos sin ortografía, las novelas de nuestros abuelos, los cuentos de hadas, los pequeños libros para niños, las viejas óperas, los estribillos tontos, los ritmos ingenuos. 
Soñaba con cruzadas, viajes de descubrimientos de los que que no existen crónicas, repúblicas sin historia, guerras de religión sofocadas, revoluciones de costumbres, desplazamientos de razas y de continentes: creía en todos los encantamientos. 
¡Inventé el color de las vocales! A negra, E blanca, I roja, O azul, U verde. Regulé la forma y el movimiento de cada consonante y, con ritmos instintivos, presumí de inventar un verbo poético accesible, un día u otro, a todos los sentidos. Me reservaba la traducción."


Rimbaud.